Precios por Tipología de Uso
Las fincas más caras pertenecen a la categoría de otros usos (19.244 euros/ha , seguidas de las fincas11.701 euros/ha ). En el otro extremo, las más costosas son las destinadas a caza ( 6.445 euros/ha ), uso forestal ( 7.671 euros/ha ) y actividades ganaderas ( 7.858 euros/ha ).
Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa de Accumin, señala los retos del sector: «La reducción de la productividad debido al cambio climático y la escasez de agua han incrementado el valor de las fincas con acceso a recursos hídricos, al igual que los cultivos con alto potencial de transformación.»
El abandono de explotaciones por la falta de relevo generacional también ha abierto oportunidades de inversión. Muchas de estas fincas se alquilan para proyectos como huertos solares o se venden a inversores especializados. Esta tendencia está configurando un sector.
Variación de Precios por Ubicación
La ubicación es clave para determinar el precio de la tierra. Las provincias con los precios más elevados están en el norte, las islas y zonas costeras. Pontevedra lidera con78.860 euros/ha ,Lugo (**78.027 euros/78.027 euros/ha ) y **Cantabria (**73.739 euros/ha ).minifundismo (parcelas
Por su parte, las Islas Baleares ( 54.591 euros/ha ) y Santa Cruz37.730 euros/ha ) ocupación217.647 euros/ha )92.088 euros/ha ). En Canarias
En el otro extremo, las provincias más amplias son Teruel.(**3.0923.092 euros/ha ) y **Huesca (**3.357 euros/ha), Cuenca ,Albacete ySoria ,3.871 años **5.473 euros/ha .

Demanda e interés del inversor
El interés por las fincas rústicas ha crecido considerablemente, especialmente después de la pandemia. En 2021, las compras de terrenos alcanzaron un récord de 160.398 transacciones , manteniéndose en niveles altos en los años posteriores. Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana concentraron la mayor parte de estas operaciones.
Los principales compradores incluyen familias en busca de fincas de recreo y extranjeros interesados en viviendas rurales. También se destacan agricultores locales que expanden sus tierras, aunque los vendedores suelen ser personas mayores o herederos urbanos.
Por otro lado, fondos de inversión y empresas agroalimentarias han comenzado a explorar este mercado, lo que podría dinamizar aún más las transacciones en los próximos años. Según Cocampo, se estima que el 50% del suelo rústico en España cambiará de propiedad en esta década.
En conclusión, el mercado de fincas rústicas en España combina retos climáticos y demográficos con oportunidades de inversión únicas. Ya sea por diversificación económica o conexión con la naturaleza, este sector sigue atrayendo tanto a compradores tradicionales como a nuevos inversores.