Madrid, Málaga y Valencia protagonizan el tirón del mercado del alquiler con incrementos de precio por encima del 10%. Madrid capitanea las subidas, con un crecimiento del 12,8% en septiembre. Le sigue Málaga, con un aumento del 12,4% y Valencia, donde los alquileres subieron un 11,4%. En Barcelona los alquileres crecieron la mitad, un 5,2%, pero son los más caros de España.
La tendencia alcista que mantiene el mercado de la vivienda es un hecho. El dinamismo de la demanda de particulares e inversores lleva meses sumando transacciones, lo que mantiene las subidas por encima del 3%. La demanda de reposición y la inversión son los dos segmentos que protagonizan el tirón de precios. En ambos casos, los compradores se encuentran alentados por un contexto de mayores facilidades a la financiación y bajos tipos de interés.
Comprar vivienda para destinarla al alquiler se ha convertido en una alternativa refugio para inversores nacionales y extranjeros, que encuentran en el mercado inmobiliario una rentabilidad que no pueden ofrecer otros activos, como los depósitos o la deuda pública. “El inversor es, en gran parte, el que explica muchos de los movimientos que se registran en el mercado”, explica Beatriz Toribio, directora de Estudios de Fotocasa.
En el segundo trimestre del año, la rentabilidad media de comprar un piso para ponerlo en alquiler es del 4,1%, pero si se le suman las plusvalías a 12 meses, esa rentabilidad aumenta al 10,9%, según los últimos datos del Banco de España, publicados a principios de octubre.
Estos rendimientos han hecho de la vivienda un caramelo para la inversión. Según un informe elaborado por Sociedad de Tasación y Planner Exhibitions, el 45,8% de quienes compran vivienda lo hacen motivados por la intención de mejorar su vivienda actual o como inversión. Como consecuencia del dinamismo de esta demanda, hasta agosto se vendieron más de 350.000 viviendas, un 11,1% más que en los primeros ocho meses de 2017, según los datos del INE.